En este documental, Norberg muestra como la mayor parte de los mitos sobre la globalización están fundados en la ignorancia de principios económicos básicos o en mentiras propagadas por los enemigos del capitalismo global. Norberg viaja a tres países: Taiwan, Vietnam y Kenia. El primero, que adoptó una economía de mercado hace unos cuarenta años, el segundo que comienza a hacerlo actualmente y el tercero, donde sólo se consiguen trazas de capitalismo. Las diferencias entre ellos son, desde luego abismales. Les invito a acompañar a Johan Norberg en su viaje y a aprender cómo el capitalismo global nos puede beneficiar a todos.
ESTAMOS HACIENDO UNA PRUEBA
ResponderEliminarYa vi el video. Conociendo la personalidad de Norberg se entiende mejor, pero defender el capitalismo exige muchas dotes de persuasión (en el plano intelectual) ya que es un sistema muy eficaz para producir riqueza, pero muy malo para repartirla. El reparto que se ha hecho tras la segunda guerra mundial ha sido, precisamente, porque se han corregido ciertos excesos del capitalismo por parte de los partidos sociademócratas y socialcristianos, que han dado lugar al estado del bienestar. Siendo así no es extraño que existan enemigos del campitalismo, entre los que me encuentro. En Estados Unidos hay territorios con un nivel de subdesarrollo alarmante, al igual que las diferencias de clase son abismales. Sé que la globalización no es por si mismo mala, tiene aspectos positivos, pero es necesaria -en mi opinión- la intervención de los mercados, sin la cual la globalización puede acarrear, y de hecho lo hace, atrasos endémicos en muchos países. El libre mercado para el autor es una vaca tan sagrada que incluso es partidario de no poner trabas a la inmigración, en lo que estoy de acuerdo, pero soy consciente de los problems que esto puede acarrear a los Estados e incluso a los inmigrantes. Yo imagino una Europa (por ejemplo) totalmente meztizada y me alegro. Pero hasta que se llega a esa supuesta meta los problemas de integración, legales, sociales, de orden público, etc. serían previsiblemente enormes. No veo a los gobiernos europeos capaces de digerir esto y menos gestionarlo.
ResponderEliminarRectificación: a mediados de mi texto quise decir "intervención de los Estados" no de los mercados.
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